Es el proceso de identificar, valorar y priorizar los riesgos (Norma ISO-31000), seguido de la coordinación de acciones para enfrentar dichos riesgos tratando de controlar el impacto negativo o maximizar la realización de oportunidades.
Derivado de la importancia de la Administración de Riesgos para las organizaciones de todo tipo, la International Organization for Standardization emitió en 2009 la Norma ISO-31000. Esta Norma, establece los principios y directrices que ayudarán a las organizaciones de todos los tipos y tamaños a administrar sus riesgos de manera efectiva. Establece los principios, el marco y un proceso para la administración de cualquier tipo de riesgo en una forma transparente, sistemática y confiable en cualquier ámbito o contexto.
Los especialistas en riesgos son las empresas aseguradoras y la definición que dan es la siguiente; Probabilidad o amenaza de daño, lesiones, responsabilidad, o de que ocurra algún otro evento desfavorable.
Existen dos clases de riesgos en virtud de sus consecuencias:
1. Riesgos puros: Son aquellos que de presentarse el evento, siempre generaran pérdida o daño (por ejemplo una inundación, el impacto de un rayo, un incendio, una explosión, un terremoto, etcétera).
2. Riesgos especulativos: Son aquellos que envuelven tanto la posibilidad de pérdida como de ganancia (por ejemplo jugar a la lotería, invertir en acciones de una empresa, prestar dinero, iniciar un negocio, etcétera).
Evitar que las instituciones y los inversionistas sufran pérdidas económicas inaceptables, y como consecuencia mejorar el desempeño financiero de dicho agente económico basado en límites conocidos de riesgo buscando proteger a empleados, inversionistas, clientes y mercado en general de dichas organizaciones a grandes descalabros como el ocurrido durante el año 2008.
1. Identificación del riesgo y lo que lo provoca.
2. Evaluación del riesgo y sus consecuencias.
3. Definición de una estrategia ante dicho riesgo.
4. Ejecución de la estrategia y vigilancia del proceso.
5. Medición del resultado de la estrategia.
En términos generales, ante la presencia de la amenaza de algún riesgo, existen varias actitudes o estrategias que podemos asumir:
1. Eliminar: consiste en desaparecer la fuente de riesgo.
2. Reducir: consiste en minimizar la exposición disminuyendo aquellas variables que lo causan.
3. Prevenir: realizar las acciones necesarias para contrarrestar la severidad del riesgo.
4. Retener: correr el riesgo y aceptar sus consecuencias.
5. Distribuir: repartir el riesgo entre varios participantes.
6. Transferir: traspasar las consecuencias del riesgo a otra entidad.
Fuente: Gordillo, Carlos. (2012). Administración de Riesgos Financieros. México: PAC.
Riesgo financiero es aquel que asumen las organizaciones y/o las personas con la finalidad de obtener algún beneficio económico.
Las personas asumen riesgos al invertir en una empresa o iniciar un negocio con objetivo final de ganar dinero. Pero en ese proceso, están expuestos a sufrir pérdidas o minusvalías en sus activos y es aquí dónde nace la necesidad de manejar esos riesgos, lo cual se hace mediante la Administración de Riesgos Financieros.
La Administración de Riesgos Financieros es aquella rama especializada de las finanzas que se dedica a la identificación, cuantificación y cobertura de los riesgos financieros.
A) Relación Riesgo-Rendimiento -Liquidez: Mientras más alto sea el riesgo que se este dispuesto a correr en un negocio o en una inversión, mayor deberá ser el rendimiento que se deba esperar.
La liquidez se define como la velocidad con la que un activo se puede convertir en dinero, juega un papel muy importante en las finanzas tanto personales como corporativas (ya que de la liquidez depende que se puedan pagar los compromisos con acreedores y cubrir los gastos propios). Por tanto, se puede decir que existe una relación inversa entre liquidez y rendimiento. Un instrumento con mayor liquidez, dará un rendimiento menor que un instrumento menos liquido.
B) Riesgos Financieros:
C) Herramientas para medir el Riesgo Financiero:
Fuente: Gordillo, Carlos. (2012). Administración de Riesgos Financieros. México: PAC.
Los proyectos de construcción se desenvuelven bajo una incertidumbre considerable debido a que es muy difícil controlar algunas variables internas y externas que afectan el desempeño de los mismos en tiempo y costo. Actualmente muchos proyectos no se llevan a cabo exitosamente dentro del costo y el plazo estipulados inicialmente. Una de las causas de los retrasos y sobre el costo es provocado por la falta de prevención de riesgos durante la etapa de planeación de los proyectos.
La Administración de Riesgos es una herramienta que cualquier empresa constructora debe utilizar si quiere seguir creciendo en un mercado que cada vez es más vulnerable a factores de riesgo tanto internos como externos. Hoy más que nunca, la Administración de Riesgos debe jugar un papel fundamental en el ciclo de vida de los proyectos de construcción debido a que éstos se han vuelto más complejos y multidisciplinarios al requerir la colaboración de muchas personas con diferentes habilidades y necesidades.
Las consecuencias de no aplicar una metodología sistemática para analizar los riesgos lleva a una disminución de utilidades por parte de la empresa constructora y a un retraso en el tiempo de la entrega del proyecto que lleva en ocasiones a una fuerte erogación extra de capital por parte del cliente o a una disminución significativa de las utilidades de las empresas constructoras.
La Administración de Riesgos no debe ser vista y operada como una metodología sistemática de identificación, cuantificación, respuesta y control de riesgo por parte del administrador o constructor, sino que ésta debe llevarse a un nivel más allá donde los principales participantes de un proyecto se relacionen con el único objetivo de llevar a cabo su ejecución en forma exitosa, partiendo de las diferentes perspectivas y consecuencias a las que están sujetas cada uno de ellos respecto a los riesgos que pudieran presentarse.
La Administración de Riesgos es una metodología que requiere del respaldo de un equipo que tenga mucha confianza, convicción y dominio técnico en el análisis de riesgos.
Para muchas constructoras la palabra riesgo tiene únicamente un significado fonético y no de fondo como debería de ser. Esto lleva a las constructoras a afrontar los riesgos de acuerdo a una de las siguientes cuatro maneras según Flanagan y Norman (1993). El estilo sombrilla, el estilo avestruz, el estilo intuitivo y el estilo de la fuerza bruta.
También, existen actitudes que propician el alejamiento de las constructoras de la administración de riesgos. regularmente, cuando se gana un proyecto surgen emociones como euforia optimismo y confianza excesiva, que se apodera de los administradores y de los diferentes grupos de trabajo dentro de la constructora, provocando una actitud que hace que todos los participantes operen bajo el indicio de que el proyecto se desarrollará de acuerdo a los presupuestos, estimaciones y fechas de terminación planeados. Sin embargo, la industria de la construcción tiene una gran variedad e incertidumbre por lo que raramente las obras se llevan a cabo de acuerdo a lo planeado.
Un aspecto fundamental que una constructora debe tener siempre bien establecido, es el conocimiento y entendimiento de las necesidades y expectativas de sus clientes. Históricamente los clientes han sido separados en dos sectores, el público y el privado.
Independientemente de que los clientes de la industria de la construcción estén divididos en dos sectores y puedan tener dos objetivos, sus necesidades o expectativas se agrupan en tiempo, costo y calidad. En cuanto a costo se refiere a que los clientes siempre esperarán a que el proyecto se lleve a cabo dentro del presupuesto establecido. En tiempo, lo que se esperará es que se termine el proyecto dentro de los plazos estipulados. También requiere que su proyecto se lleve dentro de las especificaciones técnicas que aseguren una buena calidad. Sin duda, la importancia del costo, tiempo y calidad será relativa dependiendo de cada cliente, pero lo que todos los clientes tienen en común es que no quieren sorpresas.
Para llevar una efectiva administración de Riesgos se debe tener en mente el contexto del proyecto y las características de los participantes que intervienen en él.
Es importante entender los factores que influyen en las acciones de los participantes internos de un proyecto, (motivación, capacidad, experiencia, responsabilidad percibida y por otro lado, el contexto del proyecto que está formado por la naturaleza del trabajo, ambiente de trabajo, acciones de otros participantes y progreso del proyecto), Chapman y Ward (1991), ya que de ellos dependerá alcanzar los beneficios de la Administración de Riesgos vista ésta como un proceso unitario.
Entender y conocer estos factores es de gran ayuda ya que se podrá aplicar a la Administración de Riesgos como una guía que asegura el buen funcionamiento y desarrollo de la misma.
Siempre se buscara evitar la implementación de sistemas sofisticados de Administración de Riesgos en proyectos de bajo riesgo. Aún cuando se lleven proyectos con alta incertidumbre, el administrador debe siempre evitar procedimientos sobre elaborados que provoquen parálisis en lugar de análisis.
La naturaleza del proyecto a desarrollar será probablemente la principal influencia que determine el alcance, nivel de detalle.
El progreso del proyecto es un aspecto importante ya que lo recomendable es que la Administración de Riesgos sea aplicada durante las primeras etapas del proyecto para que ésta sea efectiva.
La Administración de Riesgos para ser efectiva, necesita ser sensible a las acciones de otros participantes del proyecto tales como son el dueño, diferentes departamentos de la compañía, etcétera. Es vital que se establezcan vías de comunicación claras y oportunas entre las diferentes partes que llevan a cabo el proyecto dentro de la organización.
La efectividad de la Administración de Riesgos dependerá principalmente de la experiencia y capacidad de los participantes encargados de la Administración de Riesgos dentro de una organización. Las principales habilidades requeridas son el poder identificar oportunamente la gran gama de riesgos y sus posibles respuestas, considerando todos los aspectos del proyecto tales como ingeniería, finanzas, recursos humanos, comerciales, aspectos legales y políticos. Con esto se asegurará la participación del personal de cada uno de los departamentos antes mencionados y cada uno se especializará en los riesgos pertenecientes a su área generando así, en todos los departamentos, una cultura de investigación y pensamiento creativo respecto al análisis de riesgos.
de suma importancia es que todos los participantes tengan un conocimiento bien establecido y claro de los riesgos que estarán bajo su responsabilidad, evitándose así problemas de confusión. El grado de percepción de responsabilidad que no tengan los participantes dependerá de la naturaleza del proyecto y la capacidad y experiencia de los mismos.
La motivación es fundamental dentro de cualquier esfuerzo humano que se realice. Ésta, está influenciada por los objetivos de los participantes y los resultados anticipados del progreso del proyecto. La motivación tiene un rol muy importante en el logro d una administración efectiva. Por ello, debe buscarse que todos los participantes del proyecto conozcan los beneficios que ésta les puede proporcionar. Es importante que la Administración de Riesgos que se desarrolla dentro de una organización proporcione beneficios notables para todos los participantes involucrados.
1) Identificación de riesgos: consiste en identificar los posibles riesgos de un proyecto a través de la aplicación de técnicas.
2) Cuantificación de riesgos: consiste en cuantificar el impacto de los riesgos de un proyecto en término de costo y plazo mediante el uso de técnicas de análisis de riesgos.
3) Elaboración de respuestas de riesgos: consiste en analizar y seleccionar la estrategia que contrarreste el impacto de los riesgos de un proyecto.
4) Administración de contingencias: consiste en monitorear y controlar los recursos asignados a la estrategia implementada.
Erikson (1989) define a los riesgos de la construcción como la probabilidad de tener una pérdida económica derivada por el desenvolvimiento del proceso de construcción.
Es importante que el administrador de riesgos entienda y conozca las diferentes situaciones a las que se enfrentará con respecto a la certeza del conocimiento de los resultados de cada alternativa de decisión.
Situación con certidumbre: son aquellas donde la decisión se toma bajo el conocimiento exacto de un panorama general. Esto lógicamente no es propio de la industria de la construcción.
Situaciones con riesgo: son aquellas donde la decisión se toma sobre la base de la evaluación racional de la probabilidad de ocurrencia de una situación adversa. Es decir, los resultados de la decisión son variables pero el grado de su variabilidad es conocida.
Situaciones con incertidumbre: son aquellas donde la decisión se toma sin ningún parámetro de referencia. Es decir, no se tiene conocimiento ni datos que ayuden a evaluar la probabilidad de ocurrencia de una situación. En otras palabras, los resultados de la decisión son variables pero además, el grado de variabilidad de los mismos es desconocido.
La clasificación de los riesgos en tres tipos de acuerdo al conocimiento de sus consecuencias y de la probabilidad de su ocurrencia Diekmann et al (1988).
Riesgos conocidos: son aquellas circunstancias donde su probabilidad de ocurrencia es común y razonablemente entendida. La variabilidad en precio de los materiales causado por las condiciones del mercado y la baja productividad son ejemplos claros de este tipo de riesgos.
Riesgos conocidos-desconocidos: son aquellos que tienen severas consecuencias en caso de que ocurran pero su probabilidad de ocurrencia es baja, por ello no se descartan. El alto aumento de precio en materiales causados por problemas políticos.
Riesgos desconocidos-desconocidos: son aquellos sobre los que no se tiene ni siquiera idea de su ocurrencia y su probabilidad de ocurrencia es casi nula por lo que es imposible su consideración. Un terremoto en una zona de bajo grado sísmico es un ejemplo de este tipo de riesgo.
Diekmann et al (1988). También estableció las principales fuentes de riesgo presentes en los proyectos de construcción de acuerdo a las principales fuerzas que intervienen en la realización del mismo:
A) El proyecto. La principal fuente de riesgo es en sí la naturaleza del proyecto:
-Tecnológico: son aquellos relacionados con la incertidumbre que se crea alrededor de las nuevas tecnologías que se utilizan en un proyecto. Algunos son el uso de un nuevo software de diseño estructural que pudiera representar dificultades para los ingenieros, el uso de nuevos modelos de maquinaria, nuevos materiales básicos o prefabricados y nuevos sistemas constructivos.
-Contractuales: son aquellos relacionados a los derechos y deberes establecidos entre las partes de un convenio. Algunos ejemplos pueden ser la falta de claridad en las cláusulas de un contrato, falta de una perfecta comunicación y la falta de cláusulas que prevean condiciones desfavorables para ambas partes. El tipo de contrato determina la distribución de los riesgos entre el dueño y el constructor. Por ejemplo, un contrato hecho sobre precio alzado tiende a proteger más al cliente debido a que la mayoría de los riesgos son absorbidos por el constructor. Mientras que los contratos hechos basados en precio unitario tienden a proteger más a los constructores debido a la flexibilidad para incorporar y distribuir el impacto de los riesgos.
-Localización y tamaño del proyecto: la localización del lugar donde se construirá el proyecto y el tamaño del proyecto son factores que tienden a provocar mayores riesgos. Por ejemplo, hay un menor riesgo de retraso si se construye en la estación de otoño que en la estación de verano, ya que en otoño no se presenta la temporada de lluvias.
-Regulaciones: existe la probabilidad de cambios en las regulaciones o normas gubernamentales bajo las que está sujeto el proyecto a lo largo de su ciclo de vida.
B) Acciones de administración: el desempeño individual o grupal de los participantes dentro de la organización y sus responsabilidades son factores que incrementan o disminuyen los riesgos de un proyecto.
-Estimación de costo y programas de obra: esta tarea es una de las más importantes dadas las consecuencias negativas que representa un error u omisión en la elaboración de los mismos.
- Errores humanos: se refiere a las omisiones, falta de juicio, falta de conocimiento o equivocaciones por pate del personal del proyecto.
-Decisiones oportunas: la falta de una pronta decisión puede traer consecuencias negativas que afectarán el buen desempeño del proyecto.
C) Condiciones externas: se refiere a las fuentes de riesgo que están fuera del límite del proyecto y cuyo control está fuera del alcance de los participantes, ya sea del dueño del proyecto o del constructor.
-Incremento en el precio: las condiciones económicas impactan el nivel de riesgo en el costo de un proyecto.
-Disponibilidad de mano de obra y maquinaria: se refiere al cambio repentino en la disponibilidad de mano de obra antes y durante la ejecución del proyecto.
-Mercado: las fuerzas del mercado determinan el precio y la demanda del proyecto construido.
D) Otras fuentes de riesgo: además de las anteriores, Shtub (1994) cita las siguientes.
-Tecnología: el rápido paso con el cual la tecnología se está expandiendo es un riesgo ya que la falta de experiencia por parte de los usuarios puede provocar complicaciones.
-Cambios: todos los proyectos están sujetos a cambios a través de la vida del ciclo del mismo. Una reevaluación de necesidades y emersión de nuevas tecnologías son factores que pueden cambiar los diseños originales de los proyectos.
-Soporte: se refiere al riesgo que se corre cuando se adquiere un producto, servicio, y esto no cuenta con suficiente asesoría, manuales o cursos de entrenamiento.
Con la finalidad de alcanzar al máximo los beneficios de las técnicas de identificación de riesgos se debe de tomar en cuenta el contexto del problema, la información histórica de registros de los riesgos de proyecto. Algunas de las técnicas más usadas para la identificación de riesgos son:
1) Diagrama Causa-Efecto: para resolver un problema, es importante conocer las causas y sus interrelaciones. El diagrama Causa- Efecto guía la recolección de datos y su análisis para localizar la causa de un problema. Por ejemplo, se puede utilizar para identificar las causas que provocan la falta de suministro de material a tiempo en una obra (efecto) o las causas que provocan el retraso de una obra (causa).
2) Lista de verificación: es una de las herramientas más utilizadas por los analistas de riesgos ya que en ella se encuentra un catálogo de riesgos clasificados según su origen.
Es importante que los administradores de riesgos procuren construir su propia lista de chequeo con la finalidad de llevar un registro de los nuevos riesgos identificados cada vez que se lleve a cabo un proyecto. En el artículo "Requerimientos para un proceso efectivo de administración de riesgos de proyectos", Ward sugiere la utilización de una forma de registro de riesgos donde se especifique el tipo, la frecuencia, la severidad del impacto y la estrategia de solución de cada riesgo.
3) Entrevista: es otra técnica que se aplica a los participantes claves del proyecto para la identificación de riesgos no encontrados durante la etapa de planeación. También se recomienda buscar en registros de entrevistas pasadas, con el objetivo de identificar riesgos no incluidos en la lista de verificación.
4) Grupo nominal: es un proceso de búsqueda proactiva desarrollada por un grupo de personas con la finalidad de identificar riesgos o problemas así como la solución de los mismos. Es especial cuando se requiere generar ideas bajo presión y cuando se tiene que resolver problemas muy complejos.
5) Técnica de análisis de procesos: se utiliza para conocer la relación entre el personal y el trabajo de un proceso. Cuando esta gráfica es construida y analizada apropiadamente ayuda a los usuarios a entender e identificar los cuellos de botella del proceso lo que se puede traducir como riesgo para el proceso.
Uno de los principales problemas en la planeación de los proyectos es la incertidumbre. La mejor manera de empezar a tratar con la incertidumbre respecto a la duración y costo de un proyecto es hacer un esfuerzo por medirla, Curran (1990). Por ello, se han desarrollado técnicas de cuantificación de riesgos que predigan el comportamiento variable de los proyectos desde el punto de vista de costo y duración del mismo.
El primer paso para empezar la etapa de cuantificación de riesgos es la recolección de información probabilística que represente el comportamiento de los riesgos a evaluar. La información que se requiere por lo general consiste de datos probabilísticos tales como la media, la varianza, la desviación estándar, la función de distribución de probabilidad y los tipos de distribución que mejor describan a los riesgos según el Instituto de la Industria de la Construcción (CII, 1998):
- Experiencia personal o juicio.
- Datos históricos de proyectos pasados.
-Opinión de expertos.
Tienen como objetivo determinar tanto la variabilidad de costo como la variabilidad de duración de un proyecto. Algunas técnicas se han desarrollado para determinar y analizar ya sea la variabilidad del costo o la variabilidad de duración y algunas de ellas, pueden ser utilizadas para ambos propósitos.
Son aquellos que confían más en la experiencia y a juicio de los analistas de riesgos que en las técnicas sofisticadas de análisis. Aquí lo que se hace es asignar un porcentaje de contingencia al costo del proyecto tomando como referencia el juicio y la experiencia del analista.
García, J. Rodrigue, F. Hruskovic, P.(2010). Gestión de Riesgos en Proyectos de Construcción. 2016, de Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos Canales y Puertos de Madrid web: http://usbvirtual.usbcali.edu.co/ijpm/images/stories/documentos/v1n1/018.pdf